27 septiembre 2009

el mejor lugar del mundo


Hay un lugar en la casa, que nos espera siempre, a veces es una habitación, a veces un rincón, a veces un garage, a veces un galponcito.

No importa donde uno pueda montarlo, no importa si es grande o es chico. No importa cuanta comodidad tenga, nuestro taller, es el mejor lugar del mundo

Afuera, está el ruido de los autos, el ruido de la gente, afuera están los problemas,

las facturas que pagar, los desamores, las decisiones urgentes, las despedidas, la vida...

Cuando cerramos la puerta, nuestro taller es el paraíso, es deseo, es idea, motivación, seguridad, contemplación, es la otra vida...

La pieza nunca terminada, la pieza que recién se empieza, la pieza que jamás será hecha.

Nuestras herramientas nos pertenecen, o mejor, les pertenecemos,

cada una sabe como la usaremos, como la cuidaremos, como la romperemos.

Nuestra silla nos soporta durante horas, mientras pensamos, mientras esperamos se nos caiga alguna buena idea.

Casi como la hoja en blanco para quien escribe, así está nuestro taller hasta que entramos, prendemos la luz, acomodamos el mate, sintonizamos la radio, saludamos al gato y cumplimos con los rituales del día.

Hay un lugar en la casa que nos espera siempre, que nos conoce, que nos perdona, que nos entiende, que nos abraza, el mejor lugar del mundo cuando la vida de afuera nos da sacudones.

2 comentarios:

  1. Qué bueno, me he sentido retratada cuando estoy en mi taller!!

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  2. gracias por comentarlo somos muchos los que andamos tallereando

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